El exgobernador de Tucumán deberá responder por tres casos de abuso sexual, dos de ellos en grado de tentativa, y seis casos de violencia sexual agravada por acceso carnal.
En su indagatoria ante el magistrado, Alperovich negó haber abusado de su sobrina y no aceptó preguntas, según fuentes judiciales. En el transcurso del juicio se analizarán como pruebas conversaciones virtuales entre la víctima y el imputado, como así también intercambios de WhatsApp entre la joven y Sara Alperovich, familiar del exgobernador, entre otras pruebas y pericias recogidas en la instrucción.
El Tribunal 29, a cargo del juez Juan María Ramos Padilla, solicitó además algunas medidas de prueba como las anotaciones de la perito psicológica Mónica Herrán cuando intervino en el caso y rechazó el pedido de la defensa para hacer una nueva evaluación psicológica a la víctima.
En principio, la causa se tramitó en dos jurisdicciones: en el fuero criminal y correccional de la Ciudad de Buenos Aires y en la justicia tucumana. Pero tras una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de mayo pasado, se resolvió que todos los hechos debían investigarse en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35 de la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo con lo planteado en su dictamen por el procurador General interino, Eduardo Casal.
De este modo, el juez Rappa continuó investigando con el aporte de los fiscales Santiago Vismara, titular de la fiscalía Criminal y Correccional 10 de la Capital Federal, y Mariela Labozzetta a cargo de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (Ufem). Si en el juicio se lo encuentra culpable, Alperovich podría recibir una pena de hasta quince años de prisión.
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