Rodríguez Saá vacía las reservas de San Luis antes de dejar el cargo

En los últimos noventa días de su mandato como gobernador, Alberto Rodríguez Saá ha obtenido la aprobación del Banco Nación Argentina para retirar 88 millones de dólares de las reservas de la provincia de San Luis, que inicialmente ascendían a 118 millones. Esto ha generado preocupación, ya que representa un intento de agotar los recursos financieros del estado antes de su salida del cargo.

Fuentes no oficiales han confirmado que Rodríguez Saá ha solicitado esta suma, que pronto se depositará en las cuentas del Estado Provincial. Esta acción ha contado con la aprobación del Ministro de Economía, Sergio Massa, y de la presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis.

Lo peculiar de esta operación radica en que la transformación de estos dólares, que inicialmente son billetes en una caja fuerte, se realiza utilizando la cotización del dólar MEP, un valor muy similar al dólar blue. Esto otorga un trato preferencial que no estaría disponible para un ciudadano común que deseara retirar sus dólares del banco, ya que en su caso se aplicaría la tasa de cambio oficial.

Esta estrategia forma parte del plan de Rodríguez Saá, quien, tras perder las elecciones en junio pasado, parece estar buscando agotar las reservas provinciales y dejar a la próxima administración sin recursos disponibles en caso de emergencia. Esto se asemeja a una “operación tierra arrasada”.

Según los registros de inversión de 2022, al cierre del año pasado, la provincia de San Luis tenía en su Tesoro Provincial alrededor de $100.478.585.804, lo que equivalía a U$S 315.306.071 al valor del dólar MEP.

En un lapso de poco más de seis meses, Rodríguez Saá ha gastado casi 200 millones de dólares de las reservas provinciales para cubrir los gastos operativos del estado. Estos 88 millones adicionales, que estarán disponibles en breve, se suman a los 30 millones que aún permanecen en el Tesoro provincial.

Si consideramos los gastos proyectados del gobierno provincial en los últimos meses, en los que la campaña electoral ha sido un factor clave, se estima que antes de que termine el año, los fondos disponibles no serán suficientes para mantener los pagos de manera regular. Esta situación plantea desafíos financieros significativos para la administración entrante.

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