Shell, seguida por Puma e YPF, fue la primera en subir sus precios, anticipándose a la asunción del presidente electo Javier Milei y la posible devaluación. Inicialmente, Shell y Puma aplicaron aumentos del 15%, pero YPF dio un salto del 25%, previéndose ajustes similares en todo el país.
A nivel nacional, la estación de Raízen ajustó los precios del gasoil en un 17%, Euro en un 13%, nafta Súper en un 19%, y V-power en un 14%, alcanzando un precio de $439 para la nafta Súper.
El último ajuste, realizado el 25 de noviembre con un aumento del 10%, ahora se ve superado por el incremento de YPF. A pesar de ello, el precio de la nafta Súper de YPF se sitúa en $404, por debajo de los valores de Shell.
En el Gran Buenos Aires, Shell presenta precios de $439 para la nafta Súper, $499 para la nafta premium (V-Power), $479 para el gasoil, y $529 para el gasoil premium. La subida afecta a todo el país, con precios variados, como $461 en Santa Fe y $434 en Mendoza para la nafta Súper.
Los nuevos precios de YPF en la Ciudad de Buenos Aires son: $404 para la nafta Súper, $499 para la nafta premium, $426 para el gasoil, y $543 para el gasoil premium. Desde noviembre, los combustibles acumulan un aumento del 35%, tras la expiración del acuerdo de «Precios Justos».
El futuro secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, aboga por una fluctuación libre sin el control gubernamental ejercido actualmente a través de YPF. El Gobierno de Alberto Fernández postergó los aumentos de impuestos sobre combustibles para evitar presionar más los precios, representando actualmente el 5% del gasoil y el 8% de la nafta.
Con estos incrementos, la nafta Súper en CABA registra un alza del 167.7% en el año, y se espera que la inflación alcance el 180% a fines de diciembre. El nuevo CEO de YPF, Horacio Marín, designado por Milei, deberá tomar decisiones clave, incluido el ajuste de los combustibles y la liberación de precios.