A pesar de los llamados del presidente Alberto Fernández para que los gobernadores abonen un bono salarial previo a las negociaciones paritarias, un número creciente de provincias ha expresado su negativa a otorgar esta suma fija. Actualmente, ya son 14 las provincias que se mantienen firmes en esta postura.
Los mandatarios provinciales argumentan que prefieren dar prioridad a las conversaciones paritarias en curso con los sindicatos de empleados públicos en lugar de otorgar el bono sugerido por el ministro de Economía y candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa. En algunos casos, como en San Luis, donde el aumento salarial ofrecido fue del 10% y fue calificado como insuficiente por los sindicatos, la incertidumbre persiste sobre si se pagará o no el bono.
Recientemente, las provincias de San Juan y Chaco, ambas bajo el control del peronismo, se unieron al grupo de 12 distritos que ya habían rechazado el bono de $60,000 en dos cuotas propuesto por el gobierno nacional. Esta medida busca contrarrestar los efectos de la devaluación posterior a las elecciones primarias.
Este rechazo al bono también es compartido por la Ciudad de Buenos Aires y provincias como Santa Fe, Misiones, Córdoba, Jujuy, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén, Catamarca, Tucumán, Salta y Santa Cruz. Solo cuatro provincias han confirmado su disposición a efectuar el pago: Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero y Chubut. Las demás provincias están evaluando su posición.
Si bien el presidente Fernández ha instado a los gobernadores a abonar el bono de $60,000 a cuenta de las paritarias para aquellos trabajadores con sueldos inferiores a los $400,000 netos, es poco probable que los gobernadores cambien su postura. La posible solución podría residir en una negociación entre el gobierno nacional y las provincias que incluya un aporte financiero, ya que los distritos argumentan no tener recursos suficientes para sumar este bono a los aumentos ya comprometidos en las paritarias.
No obstante, hasta ahora, el gobierno nacional ha señalado que respetará la autonomía de las provincias y no las obligará a otorgar el bono. Sergio Massa, por su parte, espera que los gobernadores que opten por no implementar la medida enfrenten las consecuencias políticas de su decisión.