El Complejo Penitenciario de San Luis vuelve a ser noticia luego de que dos mujeres condenadas por torturar y asesinar a un niño fueran separadas de su pabellón tras contar con beneficios considerados indignantes para la familia de la víctima.
Magdalena Espósito Valenti y su pareja Abigaíl Páez fueron condenadas a cadena perpetua por el homicidio de Lucio Dupuy cometido el 26 de noviembre del 2021. Durante su detención en el Complejo Penitenciario, la familia de la víctima denunció que las asesinas disfrutaban de inaceptables privilegios, como televisión, equipo de música, salidas al aire libre sin custodia, un placard repleto de ropa y talleres a elección.
La situación generó indignación entre los familiares de Lucio, quienes exigieron la separación de las reclusas para evitar cualquier contacto entre ellas. La solicitud formal fue presentada al Juzgado de Ejecución Penal, que finalmente accedió a separarlas de su pabellón en el mismo complejo penitenciario.
“Deberían ser separadas de cárcel, porque en algún momento se van a cruzar. Gracias a Dios sabemos que ya no están más juntas, y eso es una justicia más para Lucio”, expresó Ramón Dupuy, abuelo del niño fallecido.
Según informó Ramón, las condenadas vivían en lo que describió como un “pabellón VIP”, un espacio destinado anteriormente a madres con hijos. Allí, las asesinas se encontraban en soledad, custodiadas y sin compañía, con acceso a televisión, equipo de música, ropa y talleres. Para la familia de Lucio, estos privilegios eran inaceptables y generaban una situación similar a una “luna de miel” en prisión.
A pesar de la separación, tanto Espósito Valenti como Páez iniciaron una huelga de hambre en protesta por la decisión de la Justicia, manifestando su deseo de permanecer juntas. El abuelo de Lucio expresó su preocupación por esta actitud y subrayó que ningún detenido en el mundo debería estar preso con su pareja.