El dueño del dinero, un médico de la zona, lo había dejado olvidado sobre el carrito de compras del supermercado mayorista donde vende sándwiches Diego Valdez.

En medio de un contexto de crisis económica y social que afecta al país, a Diego Valdez, un vendedor ambulante de la ciudad misionera de Posadas, no le sobra nada. Cada día, trabaja largas horas fuera de su casa para conseguir el ingreso mínimo que le permita subsistir. Este jueves, cuando se preparaba para regresar a su hogar en el estacionamiento de un supermercado mayorista, donde comercializa sándwiches y empanadas, detectó un bolso abandonado. Dentro había alrededor de $4 millones. Tras el hallazgo, sin dudarlo, se puso en contacto con los supervisores del comercio y pudieron dar con el dueño, que era un médico de la zona.

“Soy feliz y millonario con lo que tengo, que es mi familia”, expresó el hombre, padre de dos niños, que sueña con tener algún día un trabajo en blanco. En diálogo con el medio local La Voz de Misiones, Valdez resaltó: “Ahí [en la playa de estacionamiento del supermercado Diarco] no hay cámaras de seguridad ni nada, pero yo nunca dudé. Yo me rebusco a diario, gracias a Dios tengo mucha gente que me ayuda y me da changuitas. A veces te tienta un poco, pero de nada sirve porque la plata como fácil viene, fácil se va”.

El último jueves, luego de finalizar su jornada laboral, el vendedor comenzó a juntar su mesa y conservadora para regresar con su familia. Fue entonces que notó que sobre uno de los carritos de compra que había en el estacionamiento del mayorista se encontraba un bolso. La curiosidad lo llevó a abrirlo y toparse con miles de billetes en el interior del saco. También había documentación del propietario.

“Abrí y tenía plata, era mucho, pero no sé cuanto. Algunos dicen que eran $4 millones, otros dicen que era más. Le mostré a un señor que estaba ahí para que vea y le dije que lo iba a ir a entregar a unos de los supervisores; así después llegaron al dueño. Era un médico de Garupá, que es cliente habitual de Diarco”, relató el vendedor de 43 años, que reconoció, a otro medio local, que al principio tuvo escalofríos cuando vio tanto dinero junto.

“El dueño es un médico y dijo que lo que más le importaba eran los papeles clínicos de los pacientes”, contó Valdez a Radioactiva 100.7, y agregó que el propietario del bolso “se emocionó mucho”. “No podía parar de lagrimear porque decía que cómo yo en la situación que está pasando todo el país fui a devolverlo”, dijo el vendedor, y siguió: “Le dije la verdad; se me cruzaron muchas cosas por la cabeza, pero devolví el dinero porque por ahí era de alguien que lo necesitaba más que yo”.

Valdez es cocinero y parrillero, y en noviembre de 2023 se quedó sin trabajo cuando el local de la costanera en el que trabajaba cerró por los efectos de la crisis. Ahí se inició su vida como vendedor ambulante. “Está duro, antes llevaba 80 sandwiches para vender, hoy llevo alrededor de 30 y a veces vuelvo con algunos a casa”, relató.

Justo el día anterior a hallar el bolso extraviado, Valdez había dejado un CV en el mercado Diarco con el objetivo de tener un trabajo en blanco. Ahora, tras lo ocurrido, el vendedor tiene esperanzas: “Siempre recé y pienso que Dios hizo esto para ayudarme. Ahora la empresa sabe que soy una persona de confiar”. “Mi señora dijo que fue una prueba que Dios me puso para probarme y que yo lo que hice estaba bien y de buen corazón”, recalcó, orgulloso, el vendedor.