Más de 40 afiliados del Pami están a la deriva

En las ultimas horas, las maniobras políticas volvieron a jugar con la salud de los afiliados a Pami. De un momento para el otro hijos y parientes de los internados en la Clínica del Aconcagua se enteraron que iban a trasladar a los pacientes.

Y aunque todavía no hay una comunicación oficial para comprender cuáles fueron los motivos que originaron este desenlace, se supo que el Pami (que en San Luis es controlado por el gobernador Alberto Rodríguez Saá a través de los funcionarios Martha Rubicini y Diego González) cortaron el convenio que había con ese centro de atención.

Sucedió a partir de esto que 42 personas, algunas de ellas en estado grave y en terapia intensiva quedaron a la deriva, tendrán que moverse a otro edificio sanitario.

Se supo también, que las autoridades de la obra social resolvieron darle todas las capitas a la Clínica La Merced, y este hecho generó un caos porque no tendría las camas suficientes para recibir a todos los internados.

“No sabemos cuál es el punto, y no me interesa. Quiero que a mi padre lo dejen acá. Está gravísimo, y no pueden venir a decirme que se lo van a llevar, como una encomienda de aquí para allá. Fue un tipo que aportó y se merece más respeto. Yo sé que para Pami esto es un negocio, y mientras más rápido se muera el viejo mejor, pero no es justo”, dijo en la puerta del sanatorio uno de los tantos familiares enojados por la situación.

“No me interesa si este es un problema político, o si alguien se quejó. Quiero que se respete el derecho de mi viejo, y si se tiene que morir que sea dignamente, no como maleta de loco”, pidió.

Scroll al inicio