Este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó el informe sobre la pobreza y arrojó datos que ratifican la distopía que representa el gobierno de Alberto Rodríguez Saá: el 45,2% de los sanluiseños es pobre.
La medición se detiene en el segundo semestre del 2022 y cuenta con un incremento de 6,9 puntos respecto al comienzo de ese año, allí el número era de 38,3%.
Si bien el estudio comprende solo el Gran San Luis, es decir, la capital, Juana Koslay, La Punta y El Chorrillo, a partir de los datos obtenidos, se puede proyectar el escenario para el resto de la provincia.
De esta forma, el territorio gobernado durante 40 años por el peronismo, se transformó en el cuarto con mayor cantidad de personas inmersas en la vulnerabilidad, solo es superada por Concordia (55,2%), Gran Resistencia (54%) y Santiago del Estero – La Banda (46,5%), rebasando incluso, la media nacional ubicada en 39,2%.
Solo el Gran San Luis cuenta con 110.405 personas pobres, unas 17.581 más que la estadística anterior, cuando medía unas 92.824.
Por su parte, la indigencia también vio el mismo resultado: saltó del 4,8% al 5,3% lo que significa que, 12.994 personas, no pueden cubrir sus necesidades básicas mínimas, traduciéndose esto en comida, vestimenta y servicios elementales.
La gestión de Alberto Rodríguez Saá al frente del poder unipersonal provincial arroja cifras estremecedoras, ya que si las comparamos con el dato de hace cuatro años y medio, alcanza el escandaloso número del 152,5% de incremento de la pobreza, debido a que durante el primer semestre del 2018, el registro alcanzó el 17,9%, cuando eran contabilizados 40.811 pobres.
Desde aquel momento otras 69.594 personas cayeron al escalón más bajo de la sociedad hasta llegar a los 110.405 actuales.
Durante este periodo unos 70 mil puntanos fueron empujados al segmento social más vulnerable. Hoy, casi cinco de cada 10 personas se encuentran en una situación social crítica.