Prisión perpetua para Federico Nuñez

Este martes se realizó la cuarta y última audiencia del debate oral por el homicidio de Mónica Edith Ramos. Fue la jornada más extensa y cargada de emociones.

A las 21:22 el Tribunal integrado por Adriana Lucero Alfonso, Fernando de Viana y Virna Eguinoa regresaron a la sala tras un cuarto intermedio que duró menos de una hora, volvieron con la decisión en las manos. Una resolución que la familia de la docente pidió a gritos durante dos años y siete meses, Núñez fue condenado a prisión perpetua.
Núñez fue encontrado culpable de “homicidio doblemente calificado por ser con ensañamiento y criminis causa, y robo calificado por mediar escalamiento en concurso real”. Seguirá detenido en el Servicio Penitenciario provincial.

Durante el debate oral de la mañana, la abogada del acusado, Mirtha Esley manifestó que este iba a declarar por primera vez. Y así ocurrió después del mediodía, juró que era inocente, pidió el esclarecimiento del caso, apuntó a una de sus ex parejas y a un efectivo de la Policía, y cuestionó la investigación. Además de él, testificaron dos parejas que tuvo y la novia actual, al igual que su mamá. Lo mismo hizo el exmarido de Ramos, Balbino Rodríguez, el forense Gonzalo Mayor, una bioquímica de la Policía, Carla Rodríguez, y un amigo de la víctima, Lisandro Gutiérrez.

“Hoy estoy pagando un hecho que no hice. Sé lo que están pasando y viviendo. Siempre quise hacer la declaración. Siempre quise decir la verdad. (Marcos) Flores Leyes (juez de Instrucción) nunca me dejó”, siguió.

Aseveró en que no se trata de una estrategia. Y recordó que la noche del 2 de marzo estuvo con su novia, Luciana Godoy, hasta alrededor de las 20 o 20:30, quien se fue porque se iba a jugar al fútbol. Agregó que cuando salió vio que iba doblando hacia su departamento su ex, Florencia Allende, en el vehículo del padre. Se detuvo a contar que se sentía “presionado por parte de ella porque estaba debiendo un mes de alquiler”. Por eso, cuando vio el coche, se dio vuelta y se quedó. Dijo que el auto frenó en su domicilio.

Ramos remarcó que la vio “una sola vez” y que no tuvo diálogo. Fue en la iglesia de la Medalla Milagrosa. “Jamás tuve necesidad de nada. Tampoco me voy a ensuciar las manos por 7 u 8 mil pesos. Nunca tuve un altercado en la calle. Soy totalmente inocente de lo que se me acusa. Soy inocente”, volvió a decir. Sobre cómo se enteró del asesinato de Ramos, indicó que Allende le envió un mensaje esa tarde. Y negó episodios de violencia hacia ella: “Mis padres nos enseñaron a respetar a la mujer”.

“Mató para robar y lograr su impunidad, y mató causando mayor sufrimiento en la víctima”, ese fue el lema que la fiscal, Virginia Palacios Gonella determinó en el comienzo del juicio.

Poco más de una hora se extendió con sus alegatos, donde reiteró el pedido para ampliar la acusación por robo calificado por escalamiento, en concurso real con homicidio criminis, causa y homicidio con escalamiento, en concurso real con incendio. A raíz de eso, solicitó la condena a prisión perpetua.

Desglosó sus argumentos sobre el lugar del hecho y manifestó que está probado el asesinato en la calle Belgrano al 110, que ocurrió el 3 de marzo de 2020. El comienzo de ejecución lo enmarcó entre las 6:30 y las 11 de ese día, y el hecho en sí entre las 11 y las 13:30. Se amparó en las declaraciones de la empleada, Eulogia Vílchez y la de una vecina, Nilda Torres.

Entre las “tareas de inteligencia” del asesino, enumeró las idas y vueltas por el lugar, el encontrarse “en alarma”, permanecer “al asecho” y a la espera. Le dedicó unos minutos al “punto ciego”, es decir, el lugar donde no daban las cámaras y por donde habría entrado el implicado a través del escalamiento.

También fundamento: “Se tomaron todas las declaraciones en torno a los mismos. No llegaron a ningún puerto. No es un capricho. Federico Núñez está sentado acá porque hay pruebas de que mató a Mónica Ramos. Entró y la neutralizó en el baño con 21 puñaladas. Estaba en el baño, en ropa interior, de entre casa. Todas las lesiones presentaban la misma forma”.

La última palabra y el veredicto:
Tras escuchar a cada uno de los testigos, la representante del Ministerio Público Fiscal ordenó que se inicie una compulsa para determinar si hubo más implicados en el asesinato. Seguido a ello, la jueza Lucero Alfonso le dio la posibilidad al acusado de decir sus últimas palabras. Él confirmó lo que había mencionado más temprano: “Soy totalmente inocente, no he cometido ningún hecho semejante como se me acusa. Quiero justicia, no solo por la señora Ramos, sino también por mí”.

El Tribunal pasó a deliberar para dar a conocer el veredicto a las 21:23. Los tres concordaron en que el hecho estaba probado y que Núñez fue el autor, en la calificación, en las atenuantes y agravantes, y en el veredicto.

En esta situación se decidió condenarlo a la pena de prisión perpetua por “homicidio doblemente calificado por ser con ensañamiento y criminis, causa y robo calificado por mediar escalamiento en concurso real”.

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