En las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de 2023, el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, emerge como el vencedor al obtener el 30.38% de los votos. Juntos por el Cambio se posiciona en segundo lugar con un 28.23%, bajo el liderazgo de Patricia Bullrich, quien supera a Horacio Rodríguez Larreta en la interna. En el tercer puesto se encuentra Unión por la Patria, con Sergio Massa al frente, logrando un 27%, consolidándose como el peor número obtenido por el peronismo en 30 años. Sin embargo, estos resultados se ven atenuados por la apatía electoral, marcando un hito al conseguir la participación más baja en unas primarias presidenciales, con apenas el 69% del electorado emitiendo su voto.
La asistencia de votantes en estas PASO alcanza su punto más bajo desde la introducción de las primarias en 2011, mostrando un notorio aumento en la abstención electoral en comparación con elecciones previas.
La historia electoral de Argentina mostraba que, desde el retorno de la democracia, la participación había mantenido en su mayoría un nivel constante por encima del 70%, con excepciones como las elecciones de 2021 durante la pandemia, pero a pesar de los esfuerzos de los partidos políticos y la justicia electoral por promover la participación, las amenazas de sanciones leves por no votar, han tenido un impacto limitado en la motivación de los electores, lo cual se materializó en la jornada del domingo.
Esta tendencia de desconexión política se refleja en la desilusión y el cansancio que sienten los ciudadanos hacia los políticos, así como en la falta de expectativas en la oferta electoral. El voto en blanco y la disminución de la participación en las elecciones provinciales previas a las PASO evidencian este descontento generalizado.
A pesar de que Milei lidera la contienda, la incertidumbre persiste debido a la posibilidad de que más votantes se sumen en las elecciones generales de octubre, como ya ha sucedido en el pasado. Además, está en juego la habilidad de los candidatos para superar los desafíos que enfrentan al movilizar a un electorado desilusionado.
Es fundamental recordar que la victoria de Milei en las PASO es solo una fase del proceso electoral. La baja participación y el aumento del voto en blanco generan incertidumbre sobre la dirección de los resultados en las elecciones generales.
En este sentido, expertos señalan que los votantes insatisfechos o que inicialmente se abstuvieron a sufragar, podrían inclinarse a votar en contra del oficialismo, lo que beneficiaría a Juntos por el Cambio de cara a octubre. Esto marca el comienzo de un nuevo capítulo en la carrera electoral, donde se determinará quién tomará las riendas políticas de nuestro país.