Se barajan las estrategias del Peronismo para competir en las elecciones 2023. Cristina en “modo candidata”; Alberto Fernández persiste y Massa en “stand by”

“Todo en su medida y armoniosamente”, respondió la actual Vicepresidenta ante el clamor de su militancia en el último acto ocurrido en La Plata hace unos días, para finalmente arengar a los militantes y dirigentes presentes con que el peronismo puede “volver” a gobernar, con una especie de  “revalorización” de su anterior gestión.

Cristina Kirchner ya empezó a jugar para las elecciones de 2023. No necesitó confirmar que será candidata sino simplemente avivar un poco más la expectativa de los militantes que se concentraron en el Estadio “Diego Armando Maradona” el pasado 17 de noviembre y también la de los dirigentes, entre quienes no había solo kirchneristas de pura cepa.

Sin hacer ninguna referencia al actual Gobierno, reivindicó sus presidencias entre 2007 y 2015 y sentenció: “Podemos volver a hacer esa Argentina porque ya la hicimos, la gente tiene que decidir si quiere volver a ser esa Argentina porque ya la tuvieron”, en una clara muestra de antipatía y desapego de la gestión de Alberto.

La intención de su mensaje fue clara: en el Frente de Todos ella es la única con capital electoral para liderar el armado político de 2023 e hizo un llamado de unidad detrás de lo que ella representa para enfrentar a Juntos por el Cambio, pero especialmente al PRO.

Además, Cristina Kirchner utilizó ese contexto para enviar un guiño a los sectores de la oposición que más cortocircuitos tienen con el PRO, como ocurre con buena parte de la UCR, considerando que al inicio de su discurso, la dirigente calificó al primer gobierno radical, el de Hipólito Yrigoyen, como “nacional y popular”, rescatando además el “acuerdo democrático” que se logró cuando Raúl Alfonsín llegó al gobierno en 1983 y, a llamar a reconstruirlo tras la “ruptura” que para ella significó el atentado en su contra.

Estas expresiónes, acompañadas por su alusión a un supuesto vínculo entre el atentado en su contra y un sector del PRO, permitieron vislumbrar un intento de Cristina Kirchner por separar (al menos en el discurso) al radicalismo de sus socios electorales.

Por su parte el círculo cercano a Alberto Fernández dice que “el presidente no se bajó” de la reelección y que son necesarias las PASO para evitar un quiebre del Frente de Todos en 2023.

No obstante, desde el albertismo sostienen que la decisión de quiénes serán los candidatos en la fórmula presidencial de la coalición oficialista Frente de Todos, se decidirá entre “los tres dirigentes que hoy generan más expectativas: Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa”.

En la Casa Rosada no creen que los que impulsan la suspensión de las PASO desde el oficialismo, tengan los números en el Congreso para aprobar un proyecto en ese sentido porque señalan que “hay diputados del oficialismo que no están dispuestos a votarlo”. Mencionan entre ellos a los 8 legisladores que responden a los movimientos sociales, pero también a diputados del interior.

“Necesitan 129 votos sentados afirmativos, hay que ver también cómo opera la presión de la oposición” para que no voten con el kirchnerismo los dirigentes opositores como Javier Milei, Florencio Randazzo y Graciela Camaño.

En el entorno de Alberto Fernández advierten que además de que “no tienen los números” en el Congreso para votar una reforma de ese tipo. “Más allá de los candidatos, hay que prestar atención al diseño que le puede hacer ganar las elecciones al FdT”, sostienen.

Cerca de Fernández señalan que “sería un error derogar las PASO” porque un gobierno de coalición no tiene una figura que se recorta nítidamente para ser el mejor candidato, aglutinar detrás de una candidatura a dedo a todo el FDT, el Frente probablemente se quiebre”.

Y agregan que para la estrategia electoral del Frente de Todos “es necesario tener una gran PASO donde participen los distintos actores -incluidos los movimientos sociales oficialistas como el Evita y Barrios de Pie-, que le den volumen político a la candidatura presidencial. Cerrar en un nombre que no aglutine a todos, puede terminar en un quiebre del Frente de Todos”, señalan.

La única posibilidad de que el Frente de Todos pueda llevar una lista y candidatura única, sería que alguna de esas 3 figuras (Alberto, Cristina o Massa) decida ser candidato o candidata. Pero si no es ninguna de esas, es imposible, que otra figura puede ser candidata única, sin PASO”, analizan en el entorno de Alberto Fernández.

En la Casa Rosada admiten que la vicepresidenta Cristina Kirchner sigue siendo una de los 3 dirigentes más influyentes y que genera más expectativas dentro del Frente de Todos. “Si Cristina es candidata, seguramente nadie se va a oponer”. Dudan que alguien, incluso el presidente, decida competirle en las PASO.

“Alberto no se bajó, no tengo entendido que nadie se haya bajado ni subido después de las cosas que pasaron. Después del atentado, si Cristina es candidata seguramente nadie se opondrá. Si Sergio (Massa) dice que va a ser candidato, tampoco creo que nadie se oponga, y no creo que si Alberto dice ‘voy a ser candidato’, nadie se va a oponer”, relatan en el albertismo la lógica y la pelea por el poder que se avecina en el Frente de Todos de cara a la sucesión en 2023.

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