En el segundo debate presidencial, los candidatos volvieron a medirse con tácticas reorientadas, destacándose Patricia Bullrich por su performance y ataques certeros. La candidata de Juntos por el Cambio logró recuperar terreno y posicionarse como la figura destacada de la noche. A continuación, se evalúan las actuaciones de los principales candidatos.
Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio): La candidata se destacó por su agresividad y contundencia en sus intervenciones, centrando sus ataques en Sergio Massa y Javier Milei. Utilizó frases efectistas para poner en evidencia las debilidades de sus rivales y logró romper la polarización establecida anteriormente entre Massa y Milei. Aunque no profundizó en propuestas concretas, su estrategia ofensiva le permitió ganar protagonismo.
Sergio Massa (Unión por la Patria): Massa se vio acorralado por los ataques de sus contrincantes, quienes le recordaron su participación en el actual gobierno y cuestionaron su gestión en temas como corrupción, inflación y seguridad. Aunque mantuvo un tono mesurado y se enfocó en hablar sobre el futuro, su posición quedó debilitada frente a los ataques recibidos.
Javier Milei (La Libertad Avanza): Milei adoptó una estrategia conservadora, manteniéndose en su zona de confort como líder en la carrera presidencial. Sin embargo, se vio afectado por su dificultad para responder preguntas concretas fuera del ámbito económico. Perdió frescura y espontaneidad, y fue arrastrado al duelo con Myriam Bregman en varios momentos del debate.
Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País): Schiaretti mostró solidez argumental y mesura en sus intervenciones, destacándose como la voz de la experiencia en el escenario. Evitó caer en chicanas y se mostró por encima de los cruces agresivos, buscando proyectar una imagen presidencial. Aunque se centró en su gestión en Córdoba, logró mantenerse relevante en el debate.
Myriam Bregman (Frente de Izquierda): Bregman se desempeñó con soltura y claridad en sus argumentos, aunque no logró destacarse frente a la intensidad de los ataques entre los principales candidatos. Si bien jugó su juego con naturalidad, su crítica a Israel la dejó en una posición desfavorable, limitando su capacidad para atraer votos fuera de su base ideológica.
El segundo debate presidencial estuvo marcado por la agresividad de los candidatos y los ataques directos entre ellos. Patricia Bullrich se destacó por su habilidad para poner en encrucijadas a sus rivales, mientras que Massa, Milei, Schiaretti y Bregman tuvieron dificultades para contrarrestar los golpes recibidos. Aunque no hubo un claro ganador en términos de propuestas, Bullrich claramente logró imponerse como la figura destacada de la noche.