La Ley de Contrato de Trabajo actual en Argentina establece un máximo de 48 horas semanales. Por día son ocho horas, pero como está permitido el exceso de una hora diaria, la extensión máxima en realidad es de nueve horas por día, es decir, un total de 45 horas semanales. Si además se trabaja el fin de semana, se llega fácil a las 48 máximas de la ley.

La idea de reducir la jornada laboral se viene hablando desde hace tiempo en Argentina y, al momento, existen 11 proyectos diferentes que proponen una reducción de la misma.

Según Télam, se están buscando consensos para acordar un proyecto que contemple textos de legisladores de distintos bloques. Sin embargo, aún no hay fecha para empezar a tratar el tema. Además, hay dudas de que se discuta esta ley antes de las elecciones.

Entre otros proyectos, en el Senado, legisladores buscan reducir la jornada laboral de 48 a 36 horas semanales, con el objetivo de promover la semana de 4 días. En Diputados, en cambio, algunos apuntan a 40 horas semanales y un máximo de 8 horas diarias.

La reducción de la jornada laboral es un tema que se viene tratando en distintos países del mundo, sobre todo en Europa. El ejemplo más cercano a nosotros es el de Chile, que el mes pasado aprobó una ley para reducir su jornada semanal de 45 a 40 horas, con el objetivo de que las empresas reduzcan su jornada una hora por año hasta lograr la meta en el quinto año de vigencia de la ley. El pionero en Latinoamérica había sido Ecuador, que puso el límite de 40 horas semanales en 1997.

El límite actual de Argentina de 48 horas semanales es uno de los más altos del mundo, compartido también con otros países latinoamericanos como Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, México y Venezuela. En Europa, la mayoría de los países ya tiene un límite legal de 40 horas por semana y en los últimos años se viene impulsando la semana laboral de cuatro días.

En Islandia, se realizó una prueba piloto entre 2015 y 2019 para trabajar 4 días a la semana —reduciendo la cantidad de horas de 40 a 35— y, según la BBC, la productividad de las empresas se mantuvo o incluso mejoró. En Reino Unido, en 2022, también se realizó una prueba similar durante seis meses, y el resultado fue empleados menos estresados y empresas con igual o incluso más productividad. En todos los casos, los trabajadores mantienen el mismo salario y responsabilidades.