La aceleración de la inflación en los últimos meses golpea de lleno el poder adquisitivo de los argentinos.
Es en ese escenario que muchos sindicatos activaron las cláusulas gatillo y comenzaron a reabrir paritarias para revisar los acuerdos y buscar mejoras para, en el mejor de los casos, ganarle la carrera a la suba de precios. Sin embargo, según destacaron distintos analistas, sólo algunos gremios podrán cumplir ese objetivo.
En julio, el nivel general de salaros presentó una caída de 1,8% en términos reales. Al analizar los datos difundidos por el INDEC la semana pasada, desde la consultora LCG señalaron: “La caída del poder adquisitivo en el nivel general de salarios continúa profundizándose mes a mes, acumulando en julio un recorte del 24% respecto a noviembre 2017, último techo.
Debido a la marcada aceleración en el nivel general de precios observada a partir de julio, los ajustes derivados de las paritarias firmadas hasta el momento difícilmente puedan terminar de compensar la pérdida de poder adquisitivo.
Hasta el momento, la mayor parte de las paritarias fijó un aumento promedio del 72% anual. En este sentido, en el promedio anual los salarios del sector formal caerán en torno al 1% real, consistente con un mayor deterioro hacia fin de año, orbitando valores del -8% real medido diciembre contra diciembre.
Para atenuar el impacto de la aceleración inflacionaria en el poder adquisitivo, los sindicatos buscan, con reaperturas de paritarias o mediante las cláusulas gatillo, mejorar los acuerdos previos.
En un contexto de aceleración inflacionaria, hasta que no se logre frenar esa aceleración, para luego gradualmente revertirla, no se va a conseguir una mejora del poder adquisitivo. En el mejor de los casos, para los gremios que estén más indexados, se va a llegar a empatar.
Más allá de la cuestión estadística, en el que dependiendo en qué punto se haga la comparación, si se mide año cronológico o año paritario, en el proceso largo de tiempo no se le va a lograr ganar a la inflación cuando hay un contexto de aceleración tan marcada y sostenida.
Lamentablemente, cuando la inflación se acelera, los ingresos caen. Tiene un impacto en términos de empobrecimiento en el general de la sociedad. Y, por supuesto, los ingresos reales caerán. Es posible que algunos gremios logren sostener el aumento de los sueldos como para no perder poder adquisitivo, pero en líneas generales, eso suele generar que se cree menos empleo y que quede más gente desempleada o en la informalidad.