La investigación, que abarca un período de dos años, reveló que el uso de estos documentos fraudulentos provocó un perjuicio económico al erario público y afectó la integridad ética de la administración.

Entre los certificados detectados, se hallaron documentos que falsificaban sellos y firmas de al menos tres profesionales médicos. En estos certificados se adulteraron números de matrícula y nombres, y, curiosamente, compartían rasgos caligráficos similares, lo que sugiere la posible existencia de una red organizada para la falsificación.

Uno de los profesionales involucrados es un médico que reside en la Villa de Merlo desde hace más de 10 años y no ejerce en San Luis. Pese a ello, empleados de la administración pública radicados en la capital provincial presentaron certificados a su nombre, lo que generó alarma y reforzó la hipótesis de una operación fraudulenta extendida.

El Fiscal de Estado, Víctor Endeiza, formalizó una denuncia para que se investigue la adulteración de estos documentos. Se sospecha que podría existir un grupo o personas dedicadas a ofrecer certificados médicos apócrifos a cambio de una compensación económica, permitiendo así la justificación de licencias irregulares. La dirección de Recursos Humanos continúa examinando los casos relacionados con estas identidades médicas y prevé ampliar la denuncia penal en los próximos días.