En una sesión marcada por la tensión y la vergüenza ajena, los legisladores oficialistas impusieron la aprobación de la rendición de cuentas correspondiente al Ejercicio 2022.

La Cámara de Diputados llevó a cabo este miércoles la revisión de las Cuentas de Inversión del año 2022, en un escenario bochornoso y cargado de acalorados debates. El oficialismo provincial, con su gestión liderada por Alberto Rodríguez Saá, logró la aprobación de las cuentas presentadas, aunque fue evidente la desesperación por justificar sus cifras poco confiables. La situación alcanzó su punto más álgido con el tratamiento expreso de la ley que crea 53 cargos políticos con sueldos astronómicos, superando los $800 mil, en las cámaras legislativas.

El bloque Unidos por San Luis había venido denunciando reiteradamente el maquillaje de los balances del Ejercicio 2022 presentado por el Poder Ejecutivo, resaltando la falta de transparencia en las cifras. Resulta completamente inaceptable que el oficialismo intente engañar a la población hablando de un supuesto superávit, cuando la realidad es que la economía provincial se encuentra sumergida en números rojos y el déficit alcanza cifras alarmantes, superando los 7.000 millones de pesos, lo que ha sido financiado mediante la venta de títulos, una medida insostenible a largo plazo.

En una votación cuestionable, con un resultado de 23 votos a favor y 17 en contra, el oficialismo logró imponer su voluntad, dejando de lado la responsabilidad y el deber de actuar con honestidad hacia el pueblo. Lamentablemente, este proyecto ahora pasará a manos de los Senadores, donde la mayoría se alinea con el oficialismo, lo que sugiere que la sanción definitiva se logrará sin mayores esfuerzos, perpetuando así una situación preocupante para la provincia y su futuro financiero.