En medio de la creciente cantidad de personas durmiendo en las calles de San Luis, el Refugio Municipal de Tránsito Dr. Felipe Neme Saber se mantiene cerrado, generando preocupación e indignación en la comunidad. Aunque se anunció que el cierre sería temporal debido a trabajos de remodelación, han pasado seis meses y no hay indicios de una posible reapertura.

El último ingreso de personas en situación de calle al refugio ocurrió en enero de este año, cuando el municipio decidió cerrarlo bajo la orden de Sergio Tamayo, intendente de la ciudad. Desde entonces, los vecinos han denunciado a través de fotografías la presencia de personas durmiendo en espacios públicos como el Paseo del Padre, cajeros automáticos, la antigua terminal de autobuses y debajo de los puentes, evidenciando la urgencia de contar con un refugio adecuado.

Según un informe periodístico, el Refugio Municipal de Tránsito estaba ubicado en 25 de Mayo 810 y constaba de tres habitaciones, con capacidad para albergar hasta diez personas por noche. El horario de ingreso era de 18:00 a 20:00 horas, y la salida estaba estipulada a las 8:00 de la mañana. A los residentes se les ofrecía la posibilidad de tomar una ducha, recibir productos de higiene personal y disfrutar de una cena antes de dormir. Aunque se solicitaban los datos personales de los ingresantes para verificar antecedentes o posibles órdenes de captura, en la práctica esto no siempre se cumplía debido a la demora en los informes.

El refugio solía recibir alrededor de 80 personas al año, con una mayor demanda durante los meses de mayo a septiembre. Muchos de los beneficiarios presentaban algún tipo de adicción, pero el lugar carecía de asistentes sociales, siendo los empleados municipales los encargados de brindar apoyo. En casos de enfermedad, se coordinaba la atención médica necesaria.

A pesar de las necesidades evidentes y la labor de la comunidad en ayudar a las personas sin hogar, el refugio permanece cerrado y las autoridades municipales no han dado ninguna información oficial sobre una posible reapertura. La falta de respuesta y desconocimiento por parte del entorno del intendente ha generado malestar en la población, que busca respuestas concretas y soluciones a esta problemática.

Ante la ausencia de acciones por parte del municipio, los vecinos se han organizado en grupos para brindar ayuda a quienes se encuentran en situación de calle. Desde el anonimato, distribuyen alimentos durante la noche, proporcionan desayunos por la mañana y entregan mantas y abrigo para mitigar el frío.