San Luis presenció una inesperada irrupción en la escena política durante la última campaña electoral. Jorge «Gato» Fernández, ex intendente de Tilisarao, captó la atención como candidato a gobernador, presentándose como un agente de cambio y cuestionando discretamente ciertas políticas implementadas por el actual gobernador, Alberto Rodríguez Saá. Sin embargo, la duda radica en si Fernández representa realmente un cambio independiente o si su candidatura es una estrategia de Rodríguez Saá para mantener el poder en la provincia.

En primer lugar, para comprender el panorama político en San Luis, es necesario destacar la Ley de Lemas, una estrategia implementada por el actual gobernador. Esta ley permite que un mismo candidato se presente bajo diferentes partidos políticos o lemas, lo que puede generar confusión en el electorado y dificultar la elección de opciones verdaderamente diferentes. En este contexto, «Gato» Fernández se presenta como candidato a gobernador, pero está directamente vinculado a Rodríguez Saá y responde a su liderazgo.

La relación entre Gato Fernández y Alberto Rodríguez Saá es crucial para entender la falta de cambio real en esta candidatura. Aunque Fernández pretende transmitir una imagen de independencia política, su alineación con Rodríguez Saá es evidente. Se ha establecido que Fernández es respaldado por el actual gobernador y cuenta con su apoyo tanto político como financiero. Esta conexión plantea la verdadera dependencia e incapacidad de Fernández para implementar políticas autónomas y desafiar el status quo en la provincia, sin olvidar el hecho de que haya sido seleccionado por el mismo Rodríguez Saá, lo cual sugiere que su elección no fue resultado de un proceso democrático o de un análisis de las necesidades de la provincia, sino a una decisión unilateral que responde a los intereses del actual jefe del ejecutivo sanluiseño. Fernández no es un candidato natural, sino un instrumento que tiene un fin específico: cumplir con total obediencia los deseos particulares del Gobernador.

Otro elemento controvertido en la campaña del «Gato»,  es el uso de fondos de la pauta oficial con el fin de promocionar su candidatura en todos los medios disponibles. La pauta oficial es un recurso financiero destinado a la publicidad del gobierno, pero en este caso, está siendo utilizado para promover exclusiva y, excesivamente, al candidato respaldado por Rodríguez Saá. Esta estrategia genera desigualdad en la contienda electoral, otorgando una ventaja injusta a Fernández y limitando la visibilidad y posibilidades de otros candidatos, como las de su principal contendiente, Claudio Poggi.

En este contexto, es comprensible que los sanluiseños expresen dudas sobre la genuinidad del cambio propuesto por Jorge «Gato» Fernández. Su estrecha relación con el actual gobernador y el uso de estrategias electorales que confunden al sufragante hacen que su candidatura no represente un verdadero cambio y sea simplemente un intento de establecer una continuidad de las políticas actuales, mismas que condujeron a la profunda crisis que atraviesa nuestra provincia.

A medida que se acerca la fecha de las elecciones, los habitantes de San Luis tendrán la responsabilidad de analizar cuidadosamente las propuestas y antecedentes de los candidatos para tomar una decisión informada. La transparencia y la honestidad en la política son valores fundamentales que deben ser considerados al elegir a sus representantes.