OPINION| Emmanuel Báez*

La Villa de Merlo, en algún momento sumida en el olvido, ha renacido como un ejemplo de resiliencia y superación, gracias al incansable compromiso de un vecino que ha trabajado arduamente para convertirse en líder: Juan Álvarez Pinto. Su reciente reelección como intendente marca un hito en nuestra historia, alejándonos de un pasado oscuro y autoritario, y guiándonos hacia un futuro más que prometedor.

Bajo el lema «Sentite Parte», Álvarez Pinto se ha convertido en el referente de una gestión transparente y comprometida con el bienestar de nuestra comunidad. Su cercanía con los vecinos, su disposición para escuchar activamente y su compromiso de trabajar codo a codo con la sociedad han sido fundamentales para transformar a Merlo en un lugar próspero y lleno de vida.

La conformación de un sólido equipo de trabajo liderado por el intendente ha sido fundamental para el éxito de su gestión. La sinergia y el compromiso de cada miembro han permitido llevar adelante proyectos y transformar la realidad de Villa de Merlo.

Los espacios públicos han sido revitalizados, y la inauguración de Plazas Saludables, Espacios Verdes y Playones Deportivos ha mejorado la calidad de vida de los habitantes, fomentando el contacto con la naturaleza y promoviendo un estilo de vida activo y saludable. Merlo se ha consolidado como la «Ciudad del Deporte» y ha destacado en la organización de eventos y competencias de renombre internacional.

Los logros de su gestión son evidentes y abarcan diversas áreas. La mejora en la infraestructura ha sido una de las principales prioridades, con proyectos que han modernizado la ciudad y han proporcionado servicios esenciales. La reciente apertura de sobres de licitación para obras históricas, como la puesta en valor y remodelación de la Plaza Marqués de Sobremonte, la intervención en la Vieja Terminal y la construcción del nuevo Jardín Maternal, demuestran el compromiso con el desarrollo de nuestra comunidad.

La creación de la Secretaría de Mujeres, Género y Diversidad, así como la Dirección de Políticas de Discapacidad, son ejemplos claros del compromiso de Juan Álvarez Pinto y su equipo con la construcción de un Merlo más accesible e inclusivo. Estas políticas son fundamentales para garantizar la igualdad de oportunidades y el respeto a los derechos de todos los habitantes de nuestra comunidad.

Merlo se ha convertido en un ejemplo a seguir en materia de inclusión y diversidad, y es gracias a estas acciones que se está construyendo un futuro donde cada individuo se sienta valorado y respetado.

Pero su liderazgo también se extiende al cuidado del medio ambiente. La creación del centro de Reciclado fue una iniciativa crucial para promover una gestión adecuada de los residuos, y su éxito se ha logrado gracias a la participación activa de los vecinos y la cooperativa de recuperadores merlinos. Esto demuestra cómo una gestión comprometida y eficiente puede allanar el camino hacia un futuro más sostenible.

En este sentido, la reciente aprobación de la Ordenanza de Áreas Naturales Protegidas Municipales y el Plan de Manejo de la Reserva del Azud de Piedra Blanca y de El Viejo Molino, como propuestas del propio ejecutivo municipal, son sucesos de suma relevancia. Estas iniciativas demuestran la constante dedicación a la protección del patrimonio natural y la promoción de un turismo sostenible, entendiendo que la preservación del entorno es fundamental para garantizar un futuro próspero y una mejor calidad de vida para todos.

La gestión cultural también ha sido un pilar fundamental para el gobierno local, fomentando la participación de la comunidad en actividades que han fortalecido la identidad merlina.

Asimismo, el arduo trabajo llevado adelante por la actual gestión ha reivindicado a Villa de Merlo como un importante destino turístico. Los eventos promocionales y la restitución del estatus del Festival Nacional Valle del Sol han generado una reactivación económica significativa y han posicionado a la Villa como uno de los principales destinos turísticos en el centro del país.

Pero más allá de los logros tangibles, es la conexión emocional que Álvarez Pinto ha establecido con la comunidad lo que realmente lo distingue como un líder excepcional. Su humildad, empatía y compromiso genuino con cada merlino lo convierten en un referente inspirador. Es un líder, pero también un vecino que comprende las necesidades y los sueños de su gente.

La reelección de Juan como intendente de Villa de Merlo es motivo de celebración y esperanza. Su liderazgo cercano, su compromiso y su visión de futuro han transformado a nuestro lugar en uno del cual los merlinos pueden sentirse orgullosos de llamar hogar. Esto quedó demostrado con el acto democrático más solemne e importante: la confianza depositada nuevamente en su visión a través del voto. Él es quien debe guiar ahora a nuestro amado «vergel divino» hacia el mejor destino que podríamos esperar.

Es preciso llamar a la oposición a aceptar la voluntad ciudadana y a colaborar para seguir avanzando. La unión y el trabajo conjunto serán fundamentales para continuar construyendo el Merlo que todos soñamos. En manos de Álvarez Pinto y su equipo está la responsabilidad de liderar este proceso de transformación y asegurar un futuro brillante para nuestra querida Villa de Merlo.

No reconocer su liderazgo es cuestionar la voluntad de la sociedad merlina. Más allá de los detractores y las opiniones subjetivas, el pueblo habló el pasado 11 de junio.

*Emmanuel Báez es Técnico Universitario en Gestión Parlamentaria