La provincia de San Luis ha sido testigo de una gestión gubernamental preocupante y desalentadora bajo el liderazgo del Gobernador Alberto Rodríguez Saá. En medio de promesas y discursos llenos de esperanza propinados por su actual candidato a la gobernación, el «Gato» Fernández, en plena campaña electoral, los problemas que aquejan a la provincia se han agravado en lugar de mejorar. El aumento de la pobreza, especialmente la infantil, la inseguridad, el narcotráfico, la precarización laboral, el incremento desmedido del empleo público, la precarización educativa, la asignación de enormes sumas de dinero a obras innecesarias y la falta de transparencia en la gestión pública son solo algunos de los aspectos que evidencian la necesidad urgente de un cambio en la dirección de San Luis.

 

Aumento de la pobreza y la falta de atención a la infancia:

 

Durante el mandato de Rodríguez Saá, los índices de pobreza se han disparado, afectando especialmente a los niños y niñas y a las familias más vulnerables. La falta de políticas eficientes y sostenibles para abordar esta problemática demuestra una carencia de compromiso y prioridad por parte del gobernador.

Los datos oficiales ubican a nuestra provincia con un 61,9% de niños de 0 a 14 años hundidos en la pobreza. Solo en cinco años, el indicador escaló un 23%. En conclusión, seis de cada 10 niños son pobres.

En términos generales, San Luis se posiciona como una de las jurisdicciones con población más pobre, alcanzando una tasa del 45,2%, uno de los índices más altos de los historia puntana reciente.

Las cifras indican que la cantidad de niños y niñas en situación de pobreza ha aumentado de manera drástica durante la actual gestión, lo que evidencia la falta de políticas efectivas para combatir este problema. La escasez de acceso a una alimentación adecuada, educación y atención médica, entre otros aspectos básicos, ha dejado a muchos menores en una situación de vulnerabilidad extrema.

 

 

Inseguridad y narcotráfico desenfrenados:

 

San Luis se ha convertido en un escenario preocupante de delitos y actividades relacionadas con el narcotráfico. La inseguridad ciudadana se ha convertido en una constante, generando miedo e intranquilidad en la población.

La falta de medidas efectivas para combatir la delincuencia ha provocado un clima de temor en la provincia, donde los habitantes no se sienten seguros ni en sus hogares ni en las calles. La proliferación del narcotráfico ha aumentado la violencia y el consumo de drogas, sin que se vea una respuesta contundente por parte del gobierno provincial.

Durante el 2022 se registraron 22 homicidios. La mayoría de los crímenes se perpetraron con impunidad en la vía pública. Golpizas mortales, puñaladas y disparos de armas de fuego, fueron las principales modalidades.

El caso de Guadalupe Lucero, la pequeña que desapareció el 14 de junio de 2021 cuando estaba jugando en la puerta de la casa de su tía y de la que no se supo más nada hasta hoy, es una muestra de la ineptitud de la actual gestión y de su séquito de funcionarios incompetentes.

 

 

Precarización laboral, aumento del empleo público y dependencia al Estado nacional:

 

La falta de políticas claras y sostenibles para fomentar el empleo en el sector privado ha llevado a una creciente precarización laboral en San Luis. En contraposición, el gobierno ha incrementado desproporcionadamente el empleo público, generando una carga insostenible para las arcas del estado y relegando la generación de empleo genuino.

En este sentido y a partir de los últimos datos disponibles del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), se reporta que dentro del territorio puntano un 50% de los empleados aportantes tiene un puesto estatal. El primer lugar lo ocupa Formosa con el 70%.

Además, la falta de inversión en sectores productivos y esta dependencia excesiva del empleo público ha generado una situación de fragilidad laboral para muchos trabajadores en la provincia. La ausencia de políticas que promuevan la generación de empleo de calidad y la diversificación de la economía han contribuido al estancamiento y la falta de oportunidades para los ciudadanos.

En los últimos años, la coparticipación federal recibida por San Luis creció muy por encima de los índices inflacionarios. De acuerdo a los fondos declarados por el Contador General en las rendiciones anuales, este concepto aumentó en el período 2015/2021 (última Cuenta de Inversión presentada) un 873,62% frente a una inflación acumulada en esos 6 años del 725,34%. Este excedente de recursos no bastó para frenar la creciente pobreza e indigencia puntana.

 

Precarización educativa:

 

La educación es el pilar fundamental para el desarrollo de una sociedad. Lamentablemente, en San Luis, la calidad educativa se ha visto afectada por la falta de inversión y de políticas educativas efectivas. La infraestructura escolar se encuentra en condiciones deplorables, los docentes carecen de recursos esenciales y los índices de deserción escolar son alarmantes. Estos problemas reflejan una clara desatención hacia el futuro de la provincia, perjudicando el porvenir de los niños, niñas y jóvenes, limitando sus oportunidades de desarrollo y perpetuando un ciclo de desigualdad.

Desde el Colectivo de Docentes en Situación de Desempleo, hace tiempo que vienen denunciando las alarmantes condiciones en las que se ven involucrados cientos de docentes en San Luis, así como las políticas de vaciamiento y desmantelización de la educación pública.

 

La decadencia del sistema de salud

 

Este es otro problema grave que afecta a los habitantes de San Luis. La falta de inversión y la mala gestión han llevado a una disminución en la calidad y accesibilidad de los servicios de salud. Los ciudadanos se enfrentan a largas listas de espera, falta de medicamentos y una atención deficiente. Es necesario implementar políticas que fortalezcan y modernicen el sistema de salud, priorizando el bienestar de los sanluiseños.

 

Asignación de fondos a obras innecesarias y endeudamiento desmedido:

 

En lugar de destinar los recursos públicos a proyectos que beneficien directamente a la comunidad, el gobierno de Rodríguez Saá ha asignado grandes sumas de dinero a obras innecesarias y costosas. Este derroche de fondos ha llevado a San Luis a ser una de las provincias más endeudadas del país, comprometiendo el bienestar y el futuro de sus habitantes.

La gestión de Rodríguez Saá se ha caracterizado por la designación de grandes cantidades de dinero a obras colosales, sin un enfoque claro en las necesidades reales de la población. Esta falta de priorización y transparencia en la asignación de fondos públicos ha llevado a un incremento de la deuda de la provincia, convirtiéndola en una de las más endeudadas del país, comprometiendo aún más el futuro y limitando la capacidad de la provincia para implementar políticas efectivas en beneficio de la sociedad.

 

Falta de transparencia en la gestión pública:

 

La opacidad y la falta de rendición de cuentas son una constante en la gestión del gobernador Rodríguez Saá. La falta de transparencia en el uso de los recursos públicos y en la toma de decisiones genera desconfianza en la población y socava los principios democráticos básicos.

Se han denunciado numerosos casos de corrupción y malversación de fondos públicos, siendo un ejemplo el desmedido uso y abuso de la pauta oficial para su propia campaña política, lo que evidencia una falta de ética y de compromiso con el bienestar de la provincia. La opacidad en la toma de decisiones y la falta de rendición de cuentas son inaceptables.

Es preciso mencionar también, el imperante nepotismo de esta gestión, donde familiares y allegados del Gobernador han sido beneficiados con cargos y contratos, sin tener en cuenta los principios de mérito y transparencia.

 

La gestión del Gobernador Alberto Rodríguez Saá en la provincia de San Luis ha dejado mucho que desear en múltiples aspectos. El aumento de la pobreza, la inseguridad, el narcotráfico, la precarización laboral, el empleo público desmedido, la precarización educativa, la asignación de fondos a obras innecesarias, el endeudamiento, la falta de transparencia, el nepotismo y la decadencia del sistema de salud son solo algunos de los problemas que requieren un cambio urgente en la dirección de la provincia. Los ciudadanos de San Luis merecen un gobierno comprometido con su bienestar y dispuesto a implementar políticas efectivas que aborden estos desafíos de manera responsable. Es hora de buscar un cambio que brinde esperanza y oportunidades a todos los habitantes de la provincia.