En un denominado «volantazo» político, la precandidata a Senadora Nacional, Sandra Barroso, quien en el pasado había manifestado su firme lealtad al Partido Justicialista y a los líderes Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, ahora sorprendentemente acompaña a Patricia Bullrich, precandidata a la presidencia por Juntos por el Cambio, integrando la dupla de aspirantes a legisladores nacionales de cara a las PASO 2023.
Este cambio radical se vuelve aún más llamativo al recordar que en 2014, Barroso era una histórica militante del PJ puntano y había sido aliada del peronismo provincial. Incluso, en aquella ocasión, ante la creación del bloque unitario PRO, reafirmó su compromiso con las tres banderas del peronismo y su apoyo al proyecto provincial que, según sus declaraciones, le brindó oportunidades de progreso y crecimiento a la provincia de San Luis.
Este cambio ha generado interrogantes sobre su verdadera lealtad y coherencia, especialmente al recordar sus declaraciones de apoyo al peronismo provincial en el pasado. Incluso, contó con el respaldo de «El Diario de la República,» medio de fuertes vínculos con Alberto Rodríguez Saá, lo que agrega un matiz adicional a su mutación política.
Este cambio de postura pone de relieve la volatilidad de algunos actores de la política sanluiseña y sus alianzas, y cuestiona la coherencia de muchos candidatos.
La curiosa combinación entre un pasado peronista y la actual adhesión a Juntos por el Cambio por parte de Sandra Barroso bajo la tutela de Patricia Bullrich, genera una situación que, al menos, merece ser analizada.
Nota de El Diario de la República a Sandra Barroso en 2014: