El Índice de precios al consumidor registró en marzo el mayor nivel mensual desde abril de 2022, y acumuló en el primer trimestre del año un incremento de 21,7%. En los últimos 12 meses, la inflación alcanzó el 104,3%, máximos desde septiembre de 1991.
La inflación se aceleró fuerte por cuarto mes consecutivo en marzo pasado: alcanzó un sorpresivo 7,7%, lo que representa el nivel más elevado desde abril de 2002 (cuando el IPC trepó hasta el 10,4% en abril de ese año), según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El dato, además, se ubicó por encima de lo proyectado por consultoras privadas, que estimaban un 7% en promedio, según el REM del Banco Central (BCRA).
Así, el Índice de precios al consumidor acumuló en el primer trimestre del año un incremento de 21,7%, mientras que en los últimos 12 meses, alcanzó el 104,3%, el nivel más alto desde septiembre de 1991.
Por lejos, la división que presentó la mayor suba del mes fue Educación, con un salto del 29,1%, atribuido -como suele suceder en cada marzo- a las subas en todos los niveles educativos al inicio del ciclo lectivo, aunque en esta oportunidad superó cualquier estimación esperada. De todos modos, vale aclarar que la variación interanual del rubro llegó a 96%, aún por debajo de la inflación en ese mismo lapso.
Le siguió Alimentos y bebidas no alcohólicas con una suba mensual de 9,4% (apenas menor que el 9,8% de febrero), influído por la inercia de los últimos meses, pero también por el efecto de la sequía y la gripe aviar. En ese sentido, la carne, que trepó más de 10%, tuvo un rol preponderante, pero los aumentos fuertes fueron generalizados en los componentes, incluyendo frutas y verduras (lechuga voló 58,5%) con alzas también superiores al 10% en promedio.
En la cartera económica calculan que <span;>la sequia y la gripe aviar le sumaron 1,5% a la inflación de marzo, por ello es que subieron con fuerza las frutas, verduras, la carne vacuna, el pollo y los huevos. Ante lo cual, si se le descontara la sequía y gripe aviar al índice de inflación, marzo hubiera marcado 6,2, según indicaron fuentes oficiales.
Por su parte, Indumentaria también creció 9,4%, un movimiento que tiene mucho de estacional por el cambio de temporada. Sin embargo, la variación de doce meses fue de 118,8%, sólo superada por la de restaurantes y hoteles.
Las Bebidas alcohólicas y el tabaco aumentaron 8,3%, el mayor ritmo desde septiembre de 2022.
Ya por debajo del promedio se ubicó, Vivienda y servicios básicos, con un 6,5%, afectada por las subas de agua y gas fundamentalmente. En tanto, Salud aumentó 5,7%, como resultado del ajuste en prepagas y el alza de los medicamentos. Transporte, en tanto, aceleró la suba por la indexación de los precios de colectivos, combinados con el incremento del valor de los autos y el alza de los combustibles.
Varios factores jugaron en la construcción del 7,7%. Para Rocio Bisang, economista de Eco Go, en primer lugar «hubo subas estacionales típicas de esta época del año en sectores como indumentaria y educación». El segundo elemento que destacó es que el aumento en regulados «fue brutal en marzo (8,3%), en un contexto donde el Gobierno no puede permitirse continuar usando los precios regulados como ancla por la necesidad de bajar el gasto, lo que lleva a una administración de subas a cuentagotas que echa leña al fuego y contribuye a la aceleración de la inflación».
En lo que respecta a abril, según las proyecciones de consultoras privadas, la inflación no bajaría del 7%.