En respuesta a las medidas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei, que incluyeron devaluación y ajuste fiscal, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo significativamente sus proyecciones para la economía argentina. La última actualización del Panorama Económico Mundial presentado en Sudáfrica revela una caída del Producto Bruto Interno (PBI) del 2,8% para el año en curso, marcando un drástico descenso desde la proyección anterior de un aumento del 2,8% realizada en octubre.
El FMI atribuye este recorte a un «ajuste significativo de la política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica». A pesar de esta caída, el organismo anticipa una recuperación más robusta en 2025, con un aumento del PBI del 5% con respecto a 2024.
La repercusión de la crisis económica argentina se extiende a la región de América Latina y el Caribe, donde se ajustan las expectativas de crecimiento de 2,5% estimado en 2023 a 1,9% en 2024, con una proyección de aumento hasta 2,5% en 2025. Brasil y México experimentan un ligero crecimiento adicional en comparación con las cifras de octubre.
En cuanto a la inflación global, el Fondo presenta un panorama más optimista, destacando que está disminuyendo más rápidamente de lo previsto. Sin embargo, revisa al alza las cifras para las economías de mercados emergentes y en desarrollo, principalmente debido a la realineación de precios relativos y la eliminación de antiguos controles en la economía argentina.
El acuerdo técnico alcanzado entre el Gobierno argentino y el FMI a principios de enero busca reflotar el programa anterior y allanar el camino para liberar un nuevo giro de alrededor de US$4700 millones. El directorio ejecutivo del Fondo se reunirá mañana para decidir sobre esta crucial financiación destinada a estabilizar la economía argentina.