Sergio Massa se impuso en las elecciones presidenciales, pero enfrenta el desafío de baja aceptación popular. El ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria obtuvo el 36,28% de los votos, superando a Javier Milei de La Libertad Avanza con el 30,19%. Patricia Bullrich de Juntos por el Cambio quedó en tercer lugar con el 23,82%. Además, Juan Schiaretti de Hacemos Por Nuestro País obtuvo el 6,78%, y Myriam Bregman del Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad logró el 2,7%.

Estos resultados se conocieron después de escrutar el 98,51% de las mesas con una participación del 77,65% del electorado. A pesar de la victoria, Massa enfrenta un electorado altamente fragmentado, sin una mayoría clara que le pudiera otorgar una victoria en la primera vuelta, y una gran cantidad de votantes que no lo respaldan.

Sumando todos los porcentajes de la oposición, un 59,8% del electorado no eligió a Massa. Esto refleja una división en la preferencia de los votantes, indicando que una mayoría no apoyó al candidato kirchnerista.

La baja aceptación del actual ministro de Economía se produce en un contexto en el que la ultraderecha, representada por Milei, ha ganado influencia en la política del país. La participación disminuyó en comparación con las elecciones presidenciales de 2019, reflejando la desconfianza de los votantes en medio de una crisis económica y el auge del liberalismo.

La segunda vuelta programada para el 19 de noviembre es un escenario crucial en el que Massa y Milei deben forjar alianzas estratégicas para atraer a los votantes que se mantuvieron al margen de sus propuestas. La fragmentación del voto plantea un desafío significativo en la construcción de un consenso político que refleje las diversidades y necesidades de la sociedad argentina.

Recordemos que el 12 de noviembre se llevará a cabo el último debate entre los candidatos de Unión por la Patria y La Libertad Avanza antes del balotaje.