El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa ha emitido una declaración en la que acusa a las empresas pertenecientes a la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) de obstaculizar el suministro de combustible debido a «maniobras electorales y políticas». Han amenazado con llevar a cabo una huelga de 24 horas a partir del 1 de noviembre si la situación no se normaliza.
Según el sindicato, los problemas de suministro no se deben a la falta de materia prima, ya que los trabajadores petroleros han establecido récords de producción. Argumentan que las empresas están involucradas en una «maniobra especulativa y electoral del sector empresario». El sindicato ha dirigido sus quejas a las empresas integrantes de CEPH, presidida por Carlos Ormachea de Tecpetrol y conformada por varias compañías, incluyendo YPF, Tecpetrol, Chevron, Pluspetrol, Enap Sipetrol, Compañías Asociadas Petroleras, ExxonMobil, Capetrol, Equinor, Shell, Petronas, entre otras.
El sindicato advierte que, si la situación no se resuelve, llevarán a cabo medidas de acción directa a partir del 1 de noviembre, afectando la producción durante 24 horas en su ámbito de actuación. También alegan que estas acciones empresariales violan leyes relacionadas con el autoabastecimiento y afectan a las provincias propietarias de los recursos.
El gremio petrolero ha expresado su respaldo al cierre de exportaciones anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, y se reserva el derecho de ejercer acciones sindicales adicionales.
Por otro lado, las principales empresas productoras y refinadoras del país, como YPF, Raízen, Trafigura y Axion, han anunciado un plan de acción para acelerar la reposición de combustible y normalizar la situación. Se comprometen a reforzar el abastecimiento en las estaciones de servicio y recuperar los niveles de stock operativos mediante la descarga de barcos con combustible importado y la atenuación de la demanda en las estaciones.